Comprender el impacto medioambiental y social de los productos
Para consumir de manera más sostenible y actuar juntos por un futuro mejor
Para consumir de manera más sostenible y actuar juntos por un futuro mejor
Cada vez hay más personas decididas a actuar para responder a las crisis ecológicas y sociales de nuestro planeta, tomando decisiones de consumo bien fundamentadas. Comprender los impactos de las decisiones propias es un gran paso hacia este planteamiento responsable. Hemos creado el Green Impact Index precisamente para ayudarle a hacerlo. Su objetivo es informarle del impacto social y medioambiental de nuestros productos. Y también nos permitirá mejorar de manera continua su concepción ecosocial.
¿Qué es el impacto medioambiental de un producto?
Cada fase del ciclo de vida de un producto cosmético o de cuidado de la salud familiar genera impactos sobre el medio ambiente.
Ningún producto, ni siquiera los que afirman ser «verdes» o «ecológicos», es totalmente neutro respecto del medio ambiente. Esto se debe a que todos los productos necesitan materias primas y energía para su fabricación y transporte, a veces también para su uso, y a que un día se convierten en un residuo, que tiene que reciclarse o eliminarse.
Todo esto genera unos impactos medioambientales más o menos importantes y estos impactos afectan a la calidad del aire, el agua y los recursos naturales y a la salud humana. Al estudiar el ciclo de vida de un producto y cuantificar cada uno de esos impactos de manera precisa, podemos identificar los factores que nos permiten actuar para reducirlos al máximo.
El Green Impact Index, la herramienta para medir el impacto social y medioambiental de los productos dermocosméticos y de cuidado de la salud familiar concebido por Green Mission Pierre Fabre (la entidad del grupo dedicada a la naturalidad y al desarrollo sostenible), se centra en 14 criterios medioambientales para evaluar su impacto real sobre el planeta.
Los tres impactos principales de un producto sobre el medio ambiente
La huella de carbono
Corresponde a la cantidad de gases de efecto invernadero (CO2) emitida durante todo el ciclo de vida del producto. Las emisiones de CO2contribuyen al calentamiento global y al cambio climático: por lo tanto, es fundamental reducirlas. Por ejemplo, un buen resultado de emisiones de CO2 relacionadas con el envase se sitúa entre 0 y 100 g de CO2 equivalente por litro de producto. Actualmente, el catálogo del grupo Pierre Fabre incluye 15 modelos de envase cuyo impacto de carbono se encuentra dentro de dicho rango y estamos trabajando muy duro para mejorar el resto.
Otro factor de mejora es la naturalidad de las fórmulas, que nos permite limitar el uso de materiales de origen petroquímico.
Al impulsar la naturalidad de nuestras fórmulas pretendemos sustituir las materias de origen petroquímico, es decir, derivadas de combustibles fósiles, por equivalentes naturales y renovables, garantizando que sus condiciones de cultivo o de recolección respetan la biodiversidad. Para evaluar la naturalidad de un ingrediente, identificamos el recurso y su origen y luego analizamos todas las fases de su producción. También utilizamos un método de cálculo de la naturalidad de las materias primas basado en la norma ISO 16128, que es un referente internacionalmente reconocido.
La huella hídrica
Corresponde a la cantidad de agua utilizada para la producción de los componentes de un producto y su envase, así como para su fabricación, y también incluye el agua consumida durante su uso (por ejemplo, la ducha supone aproximadamente un 60% de la huella hídrica de un champú). Nosotros no podemos controlar cuánto tiempo pasa en la ducha, así que cuando estudiamos el impacto medioambiental de un producto, no incluimos esta fase de uso. Hemos decidido centrarnos en aquellas áreas de las que somos responsables y en los factores sobre los que podemos actuar nosotros, no usted.
La ecotoxicidad acuática
Se refiere a la contaminación soportada por las masas de agua y los ecosistemas acuáticos debido a los ingredientes presentes en las aguas residuales, tanto si proceden de la fabricación del producto como del tratamiento al final de su vida útil o de las plantas depuradoras que tratan las aguas utilizadas para la ducha... Esta contaminación provoca eutrofización, es decir, una acumulación de nutrientes en los entornos acuáticos y, con ello, una abundancia excesiva de plantas y algas, lo que reduce la cantidad de oxígeno y puede acabar «asfixiando» todo el ecosistema. Debido a ello, ciertas especies pueden desaparecer y la masa de agua puede secarse de manera progresiva.
Nos esforzamos para aumentar la biodegradabilidad de nuestras fórmulas, seleccionando ingredientes que sean a su vez biodegradables y eliminando los ingredientes inhibidores que interfieren en el proceso de biodegradación.
En el caso de los productos dermocosméticos, estudiamos esta biodegradabilidad en las condiciones específicas de una planta depuradora de aguas, ya que es aquí donde acaban la mayoría de sus residuos, utilizando la prueba OCDE 301B.
Se dice que una fórmula es «biodegradable» si sus componentes son descompuestos por microorganismos en un 60% en 28 días y «fácilmente biodegradable» si lo hacen en 10 días.
¿Qué es el impacto social de un producto?
Hablamos del impacto social de un producto para evaluar los beneficios que tiene para sus usuarios, sus productores y, más en general, para la sociedad en su conjunto. Nuestro enfoque de la concepción ecosocial de los productos pretende tener el máximo de impactos sociales positivos y estos se miden con el Green Impact Index mediante el análisis de 6 criterios.
Todo lo que necesita saber sobre el Green Impact Index
La naturalidad y la responsabilidad ecosocial son promovidas por Green Mission Pierre Fabre y asumidas por todas las marcas y los productos a través de sus compromisos. Pueden expresarse en forma de certificaciones (biológico, comercio justo), como cuando optamos por la agricultura biológica en nuestras tierras del departamento del Tarn, en Francia, para cultivar el aciano utilizado en algunos de los productos de Klorane. Mediante estos principios, promovemos la agricultura local, sostenible y orientada hacia el futuro, que respeta la biodiversidad y las poblaciones locales.
El control de las condiciones sociales en las que se fabrican nuestros productos es uno de nuestros compromisos prioritarios y garantizamos que más del 90% de dichos productos se fabrican en nuestras instalaciones de producción francesas. Nuestra fábrica de Gaillac (Tarn), donde se producen la mayoría de ingredientes activos utilizados en nuestros productos dermocosméticos y de cuidado de la salud familiar, tiene la certificación OHSAS desde 2010 e ISO 45001 desde 2019, cuando entró en vigor la nueva norma sobre salud y seguridad en el trabajo.
También promovemos el comercio justo, por ejemplo eligiendo la raíz de pfaffia como materia prima para fabricar uno de nuestros activos vegetales clave de la gama Triphasic de René Furterer. Este ingrediente se obtiene de cadenas de suministro que cuentan con el certificado Fair for Life y se cultiva de manera biológica en Brasil. René Furterer ha decidido asumir el coste del organismo de certificación independiente (Ecocert) para ayudar al proveedor a desarrollar su explotación de manera sostenible.
Por último, estamos comprometidos con nuestras partes interesadas. Un ejemplo de ello es la marca Ducray, que apoya a las asociaciones de pacientes que ayudan a las personas que sufren diversos tipos de dermatosis inflamatorias. Estas colaboraciones contribuyen a que los pacientes se mantengan informados sobre sus patologías, con el fin de mejorar su calidad de vida y, al mismo tiempo, impulsar las innovaciones clínicas para mejorar los tratamientos disponibles para la enfermedad. La marca apoya a 14 asociaciones de todo el mundo, entre ellas The Eczema Society y la Psoriasis Network en Canadá, el Atopy-Asthma Education Information Center en Corea del Sur y la Asociación Portuguesa de la Psoriasis.
Un producto de comercio justo garantiza que los productores reciben un precio justo por su producción y asegura la transparencia y el respeto de las personas y el medio ambiente en cada eslabón de la cadena de suministro. Gracias a unas cadenas de suministro más cortas, los productores consiguen unos mayores ingresos y tienen la oportunidad de jugar un papel relevante en su propio modelo de desarrollo. Diversas organizaciones internacionales, como Fair Trade y Oxfam, proponen unos estándares reconocidos que permiten controlar el uso de la denominación Comercio Justo.
Más información sobre nuestros compromisos
¿Qué significa la concepción ecosocial de un producto?
Concebir un producto implica tener en cuenta todas las fases de su ciclo de vida (producción o extracción de materias primas, fabricación, transporte, uso y final del ciclo de vida) y a todas las partes afectadas por dicho producto.
Se habla de concepción ecosocial cuando un producto se diseña teniendo en cuenta los siguientes objetivos:
- Limitar los impactos medioambientales en cada fase de su ciclo de vida, mediante un enfoque de concepción ecológica.
- Impactar de manera positiva en la sociedad, mediante las certificaciones oficiales, la fabricación local, las cadenas de suministro basadas en el comercio justo, el apoyo a la agricultura biológica y sostenible... a través de un enfoque de concepción social.
En Pierre Fabre, nos inspiramos en los objetivos de desarrollo natural y sostenible que promueve Green Mission Pierre Fabre y estamos comprometidos, día tras día, con la innovación, el desarrollo y la mejora de la concepción ecosocial de nuestros productos en beneficio de la naturaleza y las personas.
Nos apoyamos en nuestra dilatada experiencia en el campo del Análisis del Ciclo de Vida (ACV) de los productos. En 2008 realizamos la primera evaluación de este tipo, con el champú Equilibrante Dermoprotector de Ducray. Para conmemorar el 20 aniversario del champú líder de la marca, este ACV permitió identificar los factores de mejora de su concepción ecológica y llevó a la creación de una nueva fórmula biodegradable, que posteriormente hemos ido mejorando de manera constante.
Desde entonces, las marcas del Grupo han llevado a cabo numerosos proyectos de concepción ecosocial, centrados tanto en las fórmulas (biodegradabilidad, naturalidad, ecotoxicidad, número de ingredientes, etc.) como en el envase (aligeramiento, incorporación de materiales reciclados y mejora de la reciclabilidad, uso de cartón certificado PEFC/FSC).
El Green Impact Index, que mide el compromiso social y medioambiental de nuestros productos, es el resultado de todos estos años de investigaciones y de mejoras continuas, llevados por nuestro deseo de proteger cada vez más la naturaleza y a las personas. Desde 2019, todos nuestros nuevos productos tienen una concepción ecosocial (nota A o B) y más de la mitad de todo nuestro catálogo de productos tendrá una concepción ecosocial de aquí a 2023.
Descubra los primeros resultados de los productos del Grupo
El Green Impact Index, una herramienta para medir la concepción ecosocial de nuestros productos
El Green Impact Index, una herramienta para medir la concepción ecosocial de nuestros productos
El grupo Pierre Fabre está activamente comprometido con la conservación de la naturaleza desde sus inicios y es plenamente consciente de sus responsabilidades, por ello, prioriza al máximo el impacto social y medioambiental de sus productos. Dedicamos tiempo y esfuerzo a la concepción ecosocial y trabajamos muy duro para mantener informados a los consumidores y a los pacientes de nuestros esfuerzos, con total transparencia.
La entidad Green Mission trabaja de manera transversal en el seno del Grupo para reafirmar nuestros compromisos de RSE y nuestros valores y para garantizar que la estrategia de Naturalidad y de responsabilidad Ecosocial sea ampliamente conocida. Tras 10 años de estudio de la concepción ecosocial por parte de nuestros mejores expertos, Green Mission ha desarrollado una herramienta para medir la concepción ecosocial de los productos cosméticos y de cuidado de la salud familiar.
¿Cuáles son nuestros objetivos con el Green Impact Index?
- Ayudar a los consumidores a entender el impacto de los productos que compran, para poder decidir de manera fundamentada, de acuerdo con sus convicciones, y para poder actuar a escala individual.
- Mejorar y desarrollar productos con una concepción ecosocial, cada vez más respetuosos con las personas y la naturaleza.